En este trabajo, el autor H. G. Wells presenta una visión horrorosa de lo que considera el nuevo Estado Mundial en sus etapas tempranas. El nuevo Estado Mundial, sugiere, tomará su origen en una sociedad donde, debido al desarrollo de la ciencia y la tecnología, “
el hombre se emancipará cada vez más de la necesidad de su labor física”.
“
Toda civilización científica y mecánica en progresión debe tender siempre a reemplazar la labor manual por la máquina y acrecer el aprovechamiento del trabajo por la organización."
En “
Una utopía moderna”, Wells también sugiere que la administración del Estado Mundial requerirá una clase de Depto. General de Registro, el cual será mantenido en
un gigantesco índice mundial (lo que hoy podríamos llamar “base de datos”). La función más importante de este índice sería asegurar que cada persona en el mundo podrá ser “
clara y adecuadamente reconocida”. Proveería el registro de todos los movimientos de la población.
“
En el gran Índice principal habrá otros índices secundarios por nombres, profesiones, enfermedades, crímenes y otros hechos diversos.”
Para el escritor inglés H. G. Wells, en términos eugenésicos, el problema que enfrentamos es cómo la sociedad lidiará con las implicaciones evolutivas de “
sus enfermos congénitos, de sus idiotas y de sus locos, de sus borrachos y de sus viciosos, de los crueles y de los malhechores, de los seres estúpidos, demasiado estúpidos para ser útiles a la comunidad, los imbéciles, las gentes sin facultades y sin imaginación".
La respuesta surge en su libro sin vacliación: “
Es indudable que estas gentes se hallarán en la fase menguante y que la especie trabajará activamente para eliminarlas; no hay motivo alguno para librarles de este destino. Por el contrario, los ciudadanos poseedores de facultades excepcionales se hallarán en fase creciente. De naturaleza superior, gozarán donde quiera se les encuentre de una gran libertad para intervenir en los servicios públicos y para crear una progenie.”
En este contexto, el Estado Mundial se encargaría de proveer apoyo a “
los pocos capaces, a los perezosos y a los imbéciles, a esos pobres que son también enfermos”, en la realización de esta utopía.
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